martes, 24 de abril de 2012

La Orden de Avis




La Orden de Avis fue una orden militar del Reino de Portugal. Fue fundada en 1166 como Orden de Évora, a partir de la conquista de la ciudad de Avis en 1211, la orden pasó a llamarse Orden de Avis. En 1147, tras la toma de Lisboa por los cruzados normandos e ingleses y soldados del rey de Portugal, un grupo de caballeros decidió asociarse y comprometerse a continuar en todo momento la lucha contra los musulmanes. 

En 1166, el rey Alfonso I, que quería proteger la ciudad de Évora de las incursiones sarracenas, estableció con estos caballeros el embrión de una nueva orden militar en la ciudad, por lo que diez años después era conocida como Orden de Évora y estaba regulada de acuerdo a la regla cisterciense.

La Orden de Calatrava la apoyó desde el principio y en agradecimiento, en 1187, los caballeros de Évora adoptaron su constitución y su emblema, del que sólo cambiaron el color, siendo éste una cruz flordelisada de sínople (verde) sobre campo de argenta (plata). En los primeros diseños presentaba a sus lados, en ocasiones, dos polluelos de águila, como símbolo de la rapidez de sus caballeros al acometer sus empresas. En un principio su veste estaba formada por un largo escapulario con capucha, pero como la longitud del manto estorbaba sus movimientos en las batallas, el Papa Bonifacio IX autorizó que fuese corto, con una cruz orlada en oro en el hombro izquierdo, dejando el uso del manto largo o capitular para las ocasiones solemnes.

Años más tarde, cuando en 1211 sus caballeros conquistaron Avis, trasladaron a esta ciudad su residencia y cambiaron el nombre de la orden, lo que fue confirmado por el Papa Inocencio III en 1214. 

En 1385, uno de sus Grandes Maestres, Juan, hijo bastardo de Pedro I, se convirtió en rey de Portugal con el nombre de Juan I, y la dinastía pasó a denominarse de Avis. Avis dependió en la práctica de la Orden de Calatrava, hasta que en el reinado de Pedro II recibió tales prebendas, mediante leyes especiales y donaciones, que pudo desvincularse y convertirse en la más poderosa orden de Portugal, rivalizando con Santiago y ganando gran fama cuando su maestre llegó a ser a finales del siglo XIV rey de Portugal, si bien no fue integrada en la corona portuguesa hasta 1550, al mismo tiempo que la Orden de Cristo, sucesora del Temple.

Respecto a sus reglas, también variaron con el tiempo y así, el originario voto de castidad de sus caballeros se convirtió, en tiempos del Papa Pablo III, en un mero deber de fidelidad conyugal.

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